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Llegó la G8 de Marcopolo “Made in Colombia”

UNO DE LOS LANZAMIENTOS MÁS ESPERADOS DEL 2022

25 October 2022

 

Hace un año la presentación virtual de la más reciente generación del carrocero brasilero Marcopolo, revolucionó el mundo del autobús, gracias a la forma aerodinámica, las soluciones tecnológicas, los detalles de terminación y el superior nivel de desarrollo que el nuevo modelo representaba para la marca.

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Desde ese entonces, la pregunta diaria de nuestros seguidores era siempre la misma: ¿cuándo llegará este nuevo modelo a nuestro país? La incógnita se convirtió en intriga, puesto que la mayoría de los países de la región, comenzaron a estrenar el G8 a los pocos meses de su presentación en sociedad, a pesar de que, en muchos lugares, la pandemia de la Covid-19 había generado una fuerte recesión en el sector transporte y las posibilidades de renovar unidades se habían disminuido. Bolivia, Chile, Perú y hasta Ecuador aparecían como los próximos destinos de la G8, pero al parecer, Colombia no estaba en el radar. ¿Cuáles eran los planes de Marcopolo para el país cafetero?

La generación anterior de vehículos, denominada G7, ha sido, hasta ahora, la más exitosa del constructor de Caxias du Sul. Miles de unidades circulan por el mundo desde su lanzamiento en 2011, y la línea de carretera, se fabricó no solo en la planta de Brasil, sino que también fue construida en México, Colombia y China. Sin embargo, la política de la casa matriz frente a la G8 era diferente: el vehículo debía ser construido exclusivamente en la factoría brasilera y así se lo hicieron saber al mercado mexicano al presentarlo en su país en junio de 2022. Entonces, ¿cómo lograron las directivas de Superpolo convencer a Caxias para permitir la construcción de la G8 en Cota?

El reto no fue fácil, y el proyecto inició hace más de tres años. Para ello se necesitaba adaptar nuestra línea de producción a las nuevas condiciones constructivas del producto, y así, lograron crear una versión de G8 adaptada a las necesidades del mercado local, capaz de montarse sin alterar en significativamente los dispositivos de ensamble existentes e incorporando las capacidades de los proveedores locales para lograr un autobús cuyo precio fuese competitivo. “En la planta de Caxias du Sul en Brasil, Marcopolo creo una línea de producción exclusiva para la G8, completando cinco en total. “Nuestra forma de producir es diferente, ya que, por la misma cadena, pasan todo tipo de productos, desde un Micro Senior hasta un Paradiso 1350, y el G8 no sería la excepción, por lo que debimos adaptarnos a este nuevo producto” afirmó Juan Carlos Santamaría, Gerente de Ingeniería de Marcopolo Superpolo en entrevista con Latinobus.

Es así como por fin, y con la presencia de los principales clientes de la marca y la prensa especializada, el G8 colombiano vio la luz en la planta de Cota, en un evento que más que un simple lanzamiento de producto sirvió de espacio de encuentro para los transportadores y proveedores de servicios del sector, zanjando la distancia impuesta por la pasada pandemia.

Revolución con sentido

Si algo debe cuidar una compañía automotriz, es su ADN formal; lograr que los clientes descubran que un producto le pertenece a su marca, sin necesidad de leer los logos adheridos al vehículo; esto está muy bien logrado en la G8, que, a leguas, se entiende que es un Marcopolo. Detalles como la silueta afilada, los retrovisores extralargos, el cristal panorámico corto y la trasera angulosa son rasgos de familia que se conservan, a los cuales se suman elementos de avanzada como el nuevo diseño de puerta de pasajeros con más superficie vidriada, los bajos de la carrocería con volumen, los pasos de rueda integrados a los laterales, los faros full LED (opcionales) y la nueva tiara en combinación de acabados metálicos que le dan una connotación tecnológica y futurista.

El nuevo modelo no sólo ha mejorado en estética, sino en funcionalidad. El área de bodegas se ha optimizado para logar mayor capacidad de carga de equipajes que su antecesor, permitiendo un acceso de pasajeros mucho más cómodo y la instalación del camarote en la zona del entre ejes, por delante del tren posterior. Como detalle interesante, la G8 colombiana es la primera en ofrecer puerta de conductor, que, además, tiene una cómoda escalera para permitir un fácil ascenso y desembarque al operador.

El vehículo que puede ofrecerse en múltiples configuraciones dependiendo de las necesidades del cliente, fue presentado en dos versiones durante el evento, diferenciables por el nivel de acabados y accesorios, aunque ambas montadas sobre chasís Scania K400 y llevadas a los 13.3 metros de longitud. Uno de los prototipos estaba equipado con faros halógenos y silla de conductor neumática de origen norteamericano, además de 40 asientos y dos baños, mientras que el otro, lucía la tradicional configuración de 42 butacas sin descansapiernas, un solo baño y silla de operador ergonómica de lujo con cinturón de seguridad incorporado, desarrollada en Alemania por Grammer. Las dos opciones de cristal panorámico, enterizo o dividido, también se mostraron con cada modelo.

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Mejorando la seguridad y la confiabilidad

Si la generación 7 demostró cumplir a cabalidad con la normativa nacional e internacional, sobre todo en lo que a pruebas de resistencia se refiere, la G8 ha superado con creces la capacidad de proteger a los ocupantes. Ahora, las ventanas laterales son 70 mm más pequeños que en la G7, lo que baja las vibraciones, aumenta la rigidez estructural, reduce la posibilidad de que los pasajeros salgan expulsados en caso de volcamiento y además, ayuda a reducir la temperatura interior mejorando la eficiencia de los equipos de aire acondicionado. A esta mejora, se suma el desarrollo de una compleja estructura frontal que minimiza las lesiones recibidas por el conductor y auxiliar en el evento de una colisión, gracias al diseño de refuerzos y zonas de deformación programada que absorben la energía cinética del impacto, probadas mediante simulaciones en computador y en test de choque reales realizados en Brasil.

La seguridad activa también ha estado presente en el desarrollo del nuevo modelo, combinando un panel de instrumentos con ergonomía mejorada, mejor visibilidad a través de los espejos retrovisores (que pueden ser reemplazados por cámaras a gusto del cliente) y el poder de iluminación de los faros y antiniebla con tecnología LED.

La llegada de la esperada G8 no solo involucró un revolcón estético y constructivo. Marcopolo también escuchó a sus compradores y se dio a la tarea de solucionar las principales falencias de la generación a la que reemplaza. “Los clientes se quejaban por las entradas de agua, a lo cual nosotros respondíamos que mejor no sacaran los buses mientras estuviese lloviendo” dijo en tono jocoso Carlos Gutiérrez, Gerente Comercial de Superpolo. “Para quitarnos ese dolor de cabeza, cambiamos la metodología de forrado en el G8, haciendo una capota completa desde la parte posterior hasta casi entrados los parales. Así evitamos los pegues entre piezas de fibra de vidrio y garantizamos la hermeticidad” agregó.

Otro detalle del cual se recibían comentarios era sobre el ajuste de los portapaquetes, una de las piezas que más sufre con las vías en mal estado. “Hemos desarrollado nuevos perfiles en PVC y soportes metálicos, además que movimos los altavoces del sistema de audio a la parte superior de la palomera; así se reduce el peso, las vibraciones y aspiramos tener un vehículo que satisfaga las necesidades de los clientes” afirmó James Posada, Gerente General de Superpolo durante la velada de lanzamiento.

También en dos pisos

Junto con los dos modelos hechos en la planta de Superpolo, los asistentes al lanzamiento pudieron conocer de primera mano el Paradiso 1800 DD, también de la G8, en este caso entregado a la compañía huilense Coomotor. Un vehículo que mantiene los rasgos de familia de los vehículos de piso sencillo, de forma proporcionada y dinámica, teniendo en cuenta la mayor altura del conjunto.

En el DD las mayores diferencias están por dentro, pues cuenta con un sistema mutiplex con pantalla de mayor tamaño provista por Actia, camarote con entrada desde el interior y el exterior, poltronas super anchas en el primer piso, cafetera y un especial diseño de iluminación que seguro serán las posiciones más apetecidas por los viajeros. El segundo nivel tiene los mismos asientos de los modelos de una sola planta, baño y zona de preparación de alimentos, además de entretenimiento individual.